La Cooperativa
de Servicios Especiales (EduCoop), manejado a su antojo por el inefable Alejandro
Apaza Retamozo, está prácticamente en la quiebra. La prueba está en que la
institución solo tiene seis mil socios cuando hace algunos años tenía más de
treinta mil. Obviamente hubo una gran fuga de aportantes.
Sin
embargo, algo raro está ocurriendo en la economía personal de este sujeto que ha
adquirido recientemente, a través de su Organización Inmobiliaria, el Instituto
Superior Tecnológico Privado (Teccen). ¿De dónde sacó el dinero?
De otro lado,
la propia EduCoop forma parte de un grupo empresarial conformado por las
empresas Oiasa, EduSistem y EduMarket (donde se comercializan artículos
alimenticios, de oficina, cosméticos, librería y bazar). También posee empresas
como el restaurante “La Esquina” Lima y EduSistem, organización dedicada a la
venta de equipos de cómputo y desarrollo de programas de capacitación, conforme
aparece en su propia página web.
Entonces, varias
preguntas caen de maduras: ¿cómo una organización que casi está en quiebra
maneja tantas empresas en diversos rubros?, ¿será cierto el rumor de que Alejandro
Apaza Retamozo ha creado dichas empresas para “lavar” el dinero que recibe del
narcoterrorismo? ¿No será esa la razón por la que se entrevistó con Alfredo
Crespo, abogado del tristemente célebre Abimael Guzmán?
Solo de
ese modo se puede explicar que Alejandro Apaza Retamozo financie las
actividades de los anarquistas y conaristas de Sendero Luminoso, que hoy se
presentan con la careta de FENDEP y se reúnen en el propio local central de
EduCoop.
Las
autoridades competentes están en la obligación de investigar este caso. Tal vez
encuentren más de una perla.